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  • Foto del escritorAarón Rosette

Sesgos más comunes en la gestión de un colegio

Actualizado: 9 mar 2023

Como directivo de un colegio, debes evitar caer en estos tipos de sesgos.

Persona con traje y lentes de sol usando una lupa grande

Uno de los mayores desafíos al gestionar cualquier colegio es evitar los sesgos y lograr una óptica imparcial y justa. Es muy difícil para cualquier directivo porque estamos muy involucrados emocionalmente y eso nos predispone a interpretar los hechos de forma subjetiva.


Un buen primer paso es comprender la existencia de estos sesgos ya que, si los hacemos conscientes, estaremos alertas cada vez que aparezcan y será más fácil evitarlos.


¿Qué es un sesgo en la gestión educativa?


Un sesgo es una preferencia a favor o en contra de un alumno, profesor, departamento o situación de nuestro centro educativo capaz de distorsionar nuestra capacidad de análisis de la información y generar prejuicios que pueden influir en nuestra toma de decisiones.


En pocas palabras es dejar que las emociones se impongan sobre la razón. Es normal que como directivos tengamos simpatías y antipatías, sin embargo, tenemos la responsabilidad ética y profesional de ser justos y ver los hechos con la mayor objetividad posible.


Cuando un director está a merced de los sesgos, tomará decisiones parciales que no serán equitativas y que provocarán sentimientos negativos en las personas agraviadas; emociones que tarde o temprano provocarán un daño sobre la imagen institucional.


Sesgos más frecuentes en centros educativos


Sesgo de confirmación


Es la tendencia a buscar o interpretar información que confirme nuestros prejuicios o ideas preexistentes. Este sesgo parte de que el cerebro humano siempre busca confirmar sus propias creencias.


Cuando un directivo ha catalogado a un colaborador como poco eficiente, estará más predispuesto a toda aquella información que confirme dicha etiqueta. Y caso opuesto, si considera a alguien como altamente productivo, se fijará más de sus logros que de sus errores.


¿Cómo evitar caer en el sesgo de confirmación?


Contrata empresas externas que evalúen a todo el personal de colegio


De esa manera, será alguien de fuera quien nos brinde una visión más neutral. El punto de vista de personas no involucradas con el personal suele ser más justo al evaluar el desempeño del mismo.


Escucha los argumentos de personas que opinan lo contrario a nosotros

La mayoría de los empleados tienen miedo de perder su trabajo si externan opiniones contrarias a lo que los directivos desean escuchar. Esto genera cámaras de eco en las cuales los problemas no se visibilizan o se ocultan hasta que es demasiado tarde.


Si quieres crecer como directivo y generar cambios positivos en tu colegio, es indispensable que promuevas un ambiente de apertura y confianza para que las personas puedan externar todas sus opiniones sin importar si estás de acuerdo o no con ellas.


Por el contrario, si eres un tirano o tirana que le corta la cabeza a todo aquel que no secunde sus opiniones, nadie se acercará a decirte la verdad sobre tu colegio, a menos que no sea con la carta de renuncia bajo el brazo.


Salón de clases vacío
Analiza tu colegio desde múltiples ópticas

Juega al "abogado del Diablo"

Un ejercicio que puede ayudarte mucho es buscar de forma intencional aquellos argumentos que se oponen a tu visión. A esto se le llama jugar a ser “abogado del Diablo”, es un método de razonamiento muy útil para visualizar la contraparte de nuestras ideas.


Cada vez que creas estar seguro de algo, antes de tomar una decisión utiliza este juego para descubrir criterios que a lo mejor has pasado por alto.


Sesgo de interpretación


Tendencia a darle sentido positivo o negativo a situaciones ambiguas que acontecen en tu colegio.


Este sesgo está muy relacionado con el anterior, ya que cuando estamos predispuestos hacia una idea, solemos interpretar cualquier situación confusa según nuestros prejuicios.


Seguro has escuchado el refrán “El sordo no oye, pero bien que compone”, que se refiere a que muchas veces interpretamos cosas que no nos han quedado claras y resignificamos a partir de lo que realmente deseamos escuchar.


El sesgo de interpretación es el padre de los malentendidos, así que cada vez que no tengas la certeza de algo, evita adelantar tus juicios y primero busca escuchar todas las versiones y conocer todos los puntos de vista.


Conozco el caso de una directora de un centro que tenía una animadversión con una profesora. En una fiesta, la directora malinterpretó el sonido de una palabra dicha por la profesora, creyendo que esta había expresado una grosería.


Cuando estamos predispuestos a ver mal todo lo que alguien hace, ante cualquier escenario ambiguo buscaremos darle un significado negativo a sus acciones, actitudes y palabras.


Sesgo de percepción


Tendencia a observar o fijarnos en cosas diferentes, según nuestra personalidad, valores y prioridades.


Cada persona mira la realidad desde su propio ángulo. Sin embargo, en el papel de directivos tenemos la obligación de utilizar muchos filtros a la hora de observar todo lo que acontece en nuestro colegio.


Por ejemplo, si entramos a analizar una clase no podemos percibirla únicamente desde nuestro papel de directores, tenemos que asumir el punto de vista del alumno, pero también el punto de vista del profesor, e imaginarnos además la postura de los padres si ellos estuvieran presenciando esa actividad.


Una de nuestras principales responsabilidades como directivos es aprender a escuchar y respetar las opiniones de los distintos participantes de nuestra comunidad escolar, especialmente durante la toma de decisiones significativas.


¿Cuántos directores consideran a sus profesores, estudiantes y padres de familia en la construcción del plan ejecutivo del centro? Sinceramente, creo que muy pocos. Las decisiones se suelen tomar sin hacer partícipes a los demás, lo cual es un grave error.


Si anhelamos que nuestro colegio haga feliz a nuestros estudiantes y sus familias, deberíamos comenzar a escuchar más sus puntos de vista, de esa manera dejaremos de gestionar al centro desde una sola percepción.


Personas sentadas en una sala de juntas
Escucha las opiniones de todos, no de unos cuantos

Sesgo de representatividad


Tendencia a emitir juicios con pocos elementos o que no son representativos de toda la población que conforma el colegio.


Ya te hablé de la importancia de considerar la opinión de otras personas a la hora de tomar decisiones, pero hay una contraparte que no podemos negar: es imposible lograr que todo el mundo opine.


En primera porque es muy costoso, tardado y terminaría siendo poco eficiente para resolver situaciones cotidianas, especialmente en colegios grandes.


Para esos casos, se puede hacer uso de una muestra, es decir una parte pequeña de la población que sea representativa de la misma y con la cual todos se sientan incluidos. De esa manera evitarás el sesgo de representatividad, es decir no dejarás fuera a ciertos grupos.


Un ejemplo de este tipo de sesgo es cuando se toman decisiones importantes haciendo partícipes únicamente a los directores o coordinadores, ignorando a alumnos, padres y maestros.


También he visto colegios donde el personal de limpieza nunca es escuchado, cuando son las personas que mejor conocen el funcionamiento de toda la escuela y podrían aportarnos grandes ideas.


Organiza reuniones de trabajo de manera periódica con todos los grupos que conforman tu comunidad. Lleva minutas y registros de todo lo planteado y de los acuerdos finales para que puedas darles seguimiento.


Cuando se trate de decisiones trascendentales para el colegio, apóyate en encuestas para permitir la participación de absolutamente todos. Si tu comunidad se siente tomada en cuenta, van a asumir tu proyecto como algo propio y van a poner todo de su parte para que funcione.


Evita los sesgos y tu colegio será más justo, más objetivo, más plural y más exitoso.



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