Aarón Rosette
14 de oct de 20203 min.
Actualizado: 11 de mar de 2023
El pensamiento crítico es algo esencial en el aprendizaje durante nuestra vida escolar, y fundamental para el éxito profesional en la vida profesional una vez que egresamos de universidad.
Diversos autores coinciden en describir al pensamiento creativo a través de cuatro habilidades.
Es el elemento base. Se trata de información organizada sobre la cual se piensa. Si bien, algunos autores señalan que existe conocimiento más rico y con mayor potencial que otro, es el acto de pensar el que realmente detona el potencial de la información.
A veces, datos aparentemente banales pueden generar procesos mentales asombrosos gracias a la siguiente habilidad.
Es la capacidad de conectar diferentes unidades de conocimiento para llegar a comprender situaciones con mayor profundidad o desde enfoques que no nos habíamos imaginado.
Es asombroso cuando permitimos que los estudiantes asocien datos aparentemente no relacionados.
Los docentes deben procurar que sus estudiantes realicen y externen sus propias inferencias. Hay profesores que censuran a los estudiantes que proponen enfoques distintos a los suyos.
Se refiere a analizar, juzgar, sopesar y emitir juicios de valor sobre la información que se nos presenta.
Ninguna evaluación puede ser objetiva, siempre estarán de por medio las experiencias personales, la comprensión individual, la perspectiva y los valores de quien la realiza.
Las evaluaciones siempre son subjetivas, y el docente debe ser consciente de ello y rehuir de sus propios juicios con respecto a sus alumnos.
Es la habilidad más compleja del pensamiento crítico y consiste en pensar sobre lo que pensamos.
Aparece cuando la persona cuestiona sus creencias y su propio conocimiento, haciéndose consciente de las capacidades y limitaciones de su propio pensamiento.
La metacognición nos ayuda a ser conscientes del pensamiento y la racionalidad de los otros, entendiendo que existen otras maneras de observar la realidad.
Es necesario que nuestros maestros sean capaces de cuestionarse a ellos mismos, sus ideas, creencias e incluso su propio conocimiento sobre la materia que imparten.
Existen algunas señales para detectar a un alumno librepensador
Siente curiosidad por diversos temas y asuntos
Se preocupa por informarse
Cuestiona
Relaciona conceptos entre sí
Pregunta e indaga
Puede entender puntos de vista diferentes al suyo
Escucha diferentes opiniones y alternativas
Puede reconocer sus propios prejuicios, estereotipos y tendencias egocéntricas
Si identificas estos rasgos en uno o varios de tus alumnos, felicidades, hay pensamiento crítico en tu salón de clases. Ahora solo debes incentivarlo.
Instruye a tu profesorado para que permita que todos los alumnos hablen, opinen y participen, seguramente también tiene ideas importantes para compartir.
Hay temarios tan ambiciosos que son imposibles de abordar. Es mejor quedarse con temas esenciales y profundizar en ellos, que ver demasiados temas de forma superficial.
Pídele a tus maestros que motiven a los alumnos a cuestionar los contenidos y objetivos de cada clase.
Promueve que las clases de tu colegio sean dinámicas. ¿Por qué no tomar clase en las áreas verdes del centro? El aprendizaje ocurre en cualquier lugar.
Promueve siempre un ambiente de respeto y tolerancia en las clases de tu institución.
Evita caer en prejuicios, fomenta la libertad en vestimenta, cabello y accesorios. No seas una institución represiva.
Pregúntales a los alumnos qué les gusta y también qué les aburre. Permíteles proponer cambios a la estructura de sus clases. La negociación les hará sentir mayor compromiso por sus materias.
Permite que los alumnos construyan sus propias soluciones a problemas del colegio. No hay verdades absolutas.
Los materiales de lectura que ofrezcan tus maestros deben plantear diferentes posturas teóricas sobre un mismo tema. No les muestres un único punto de vista.
Es mejor entender que memorizar, evita privilegiar la memorización de datos con los alumnos de tu centro educativo.
¿Sabes qué están enseñando todos tus profesores? Invítalos a trabajar en equipo con proyectos integradores.
Permite que el alumnado elija libremente el tema que más les interese.
Es importante recordar a tus profesores que cada trabajo solicitado al alumno debe ser leído y retroalimentado.
Nadie es perfecto y eso te incluye a ti y tus profesores.
No olvides que en esta vida todos somos aprendices, algunos con más trayecto recorrido y otros con más horas de estudio, pero todos compartimos el mismo objetivo: ser mejores cada día.
López, Gabriela (2012) Pensamiento crítico en el aula. Docencia e Investigación: Revista de la Escuela Universitaria de Magisterio de Toledo, 37 (22), 41–60.