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  • Foto del escritorMaría Macías

Diversidad e inclusión en colegios

Actualizado: 9 mar

Cómo promover una cultura de inclusión y diversidad en los centros educativos.

Dos manos sosteniéndose con los dedos meñiques

Uno de los retos de la educación es facilitar el aprendizaje a partir del reconocimiento de la subjetividad y las diferencias que existen entre unos y otros.


A la diversidad e inclusión en el aula asisten fenómenos que van más allá de lo curricular, didáctico y metodológico, pues se trata de cómo en cada alumno se abre la posibilidad de pensar y ser de un modo singular en el mundo, a partir de las oportunidades que creen tanto el docente como la comunidad educativa para ese fin.


Es común que la subjetividad sea excluida de los procesos de enseñanza, con la finalidad de estandarizar resultados y aprendizajes, homogeneizando la forma de pensar del alumnado.


Si bien existen aprendizajes esperados que marcan algunas instancias oficiales, el reto más grande para los colegios está en cómo se le da lugar a la subjetividad del alumno dentro de ellos.


En este sentido, la diversidad consiste más en un esfuerzo por posibilitar una emancipación, en los campos social, cultural y moral, de los ideales que ofrecen las figuras más significativas para cada persona.


Se trata de que el alumno se atreva a pensar por sí mismo, y no sólo dentro de la caja que le ofrece su contexto más inmediato. Esto implica servirse de la figura del docente y de los padres, que son importantes en los primeros años de la infancia y hasta la pubertad.


Al entrar a la adolescencia y a la adultez, el alumno logra dicha emancipación o desligadura tomando una posición distinta, pero sobre todo singular, frente a las esferas social, cultural, moral y política.


¿Qué papel juegan nuestros profesores en la inclusión y la diversidad?


Es necesario que la figura del docente permita al alumnado desplegar dichas diferencias, incitando y provocando el cuestionamiento de diferentes aspectos de la vida, proveyendo una base de conocimientos sobre los cuales podrá desplegar esas capacidades intelectuales y de pensamiento crítico que apunten hacia una cultura basada en el respeto, empatía y tolerancia por las diferencias.


En lo que respecta al concepto de inclusión, este funge como complementario de la diversidad, la UNESCO lo define como:


Un proceso que permite abordar y responder a la diversidad de las necesidades de todos los educandos a través de una mayor participación en el aprendizaje, las actividades culturales y comunitarias y reducir la exclusión dentro y fuera del sistema educativo. El objetivo de la inclusión es brindar respuestas apropiadas al amplio espectro de necesidades de aprendizaje tanto en entornos formales como no formales de la educación. (UNESCO, 2008, pág. 8)

Diversidad e inclusión son un binomio que permite a los estudiantes respetar, tolerar y celebrar las diferencias.


El profesorado es quien, como en muchas otras funciones, marcará la pauta para forjar un aula culturalmente diversa, en donde “el otro”, desde lo diferente, no resulte amenazante ni sea motivo de “bullying”.


Manos de personas de diferentes razas juntas sobre una superficie de madera