Te explicamos las claves para acercarte al Feng Shui aplicado a salones de clase.
Cuando era pequeña, solía estudiar en mi habitación con la mesa mirando a la pared. Me distraía con mucha facilidad y en el colegio no me enteraba de nada. Me pasaba las clases dibujando, intentando descifrar lo que contaba el profesor. Y esto duró hasta la universidad.
Una vez terminados mis estudios y, tras pasarme estudiando más de seis años en diferentes países, recibiendo clase en aulas de todo tipo, entendí dos cosas:
Un profesor puede hacer que te apasiones o no por una asignatura.
Y un espacio puede hacerte retener tu foco de atención o dispersarte aún más.
¿Te imaginas ir a darte un masaje relajante y que la sala tenga un olor fuerte, la música no acompañe sea incómoda y el color de las paredes te estrese? Bien, esa historia te la contaré otro día, pues el objetivo de este artículo es mostrarte cómo utilizar el Feng Shui para lograr el equilibrio en las aulas y apoyar así a los estudiantes.
¿Qué es el Feng Shui?
El Feng Shui es una técnica milenaria china que nos enseña a vivir en armonía con nuestros espacios vitales. Sirve para crear mejores experiencias de vida en nuestros espacios físicos. ¡Exacto, entre ellos las escuelas!
Dicho de otro modo. Es una manera de promover una influencia favorable para descansar y desconectarse, pero también para concentrarse, trabajar y aprender, alineándonos con las leyes de la naturaleza.
Ventajas de utilizar Feng Shui en colegios
Esta técnica aporta diversas ventajas para nuestros alumnos, por ejemplo, incrementar la motivación de los alumnos, aumentar su capacidad creativa, concentración, productividad, comprensión y memoria.
¡Y ojo! Estas ventajas también aplican al profesorado y padres de familia que interactúen con nuestros espacios.
¡Piénsalo bien! Si somos capaces de que los estudiantes entiendan mejor las asignaturas que cursan, las disfrutarán más, participarán más, seremos capaces de motivarlos y saldrán mejor preparados y capacitados. Lo que a su vez provoca una mayor satisfacción del profesorado, y repercutirá en una comunidad escolar más relajada y autocontrolada.
5 claves del Feng Shui en salones de clase
La clave está en aplicarlo a través de sutiles arreglos energéticos.
¿Recuerdas que al inicio te contaba que solía estudiar con la mesa mirando a la pared?
Pues bien, esto puede ser una gran ayuda cuando nos distraemos con facilidad, siempre y cuando esa pared permanezca lo más despejada posible, pues si la llenamos de distractores podría desviar nuestra atención.
Pero volvamos al colegio y veámoslo con algunos ejemplos sencillos
1. La claridad
Es importante procurar un espacio bien iluminado para facilitar la lectura y el estudio. Hay algunos tipos de luces que nos ayudan a crear ambientes naturales en aulas cerradas tanto en verano como en invierno y cuando los días son más cortos y apagados.
También es fundamental la claridad mental y la serenidad que genera un espacio despejado, eliminando todo lo que nos pueda distraer, deshaciéndonos de aquello que no sirva, no funcione o esté en malas condiciones (para poder regalarlo, donarlo o reciclarlo) y que nos impida movernos libremente.
También es importante que el espacio esté limpio. Desde las ventanas, que simbolizan los ojos de un espacio físico; hasta los suelos, pues es donde se deposita la suciedad. Lo mismo para la entrada, accesos, pasillos y baños.
Además, podemos hacer ciertas limpiezas con inciensos naturales que nos permiten aligerar la energía de ciertos lugares cuando esta se siente pesada o simplemente renovarla.
2. La distribución
Una distribución óptima es clave en un espacio en el que se comparte, entre otras cosas, conocimiento. La ubicación del espacio físico puede marcar un antes y un después en el aprendizaje, así como en nuestras psiques y emociones.
Como dicen, “los ambientes en los que pasamos más tiempo son un reflejo de nuestra mente”.
Ciertos ajustes y cambios prácticos pueden regalarnos más tranquilidad o bien ofrecernos mayor dinamismo en función del propósito de la actividad que desarrollemos.
Así, una forma con cada vez más seguidores son las llamadas aulas “adaptables” o “flexibles”, que nos brindan una experiencia pedagógica que facilita el movimiento del mobiliario.
La flexibilidad permite adaptar el espacio para cambiar el punto de atención de los estudiantes según el fin del educador. Con unas sillas y un mobiliario cómodo, liviano y movible, que se adapte a las distintas tareas.
Algunas disposiciones cóncavas o curvas alrededor de la mesa principal también pueden funcionar para incitar al debate, la reflexión y el flujo de la energía mental del estudiante.
Ten en cuenta que el Feng Shui busca contribuir al bienestar de los pupilos y generar una atmósfera alentadora en las clases. Su finalidad es canalizar la energía y equilibrar las necesidades de cada alumno, pues cada uno tiene las suyas propias y cada persona es un“pequeño-gran mundo”.
3. La decoración
Cuando se trata de elegir con cariño algunos elementos inspiradores, ¿qué puede haber más evocador que la propia naturaleza?
Sí, hablo de paisajes naturales con plantas y flores vivas, que inundan de vida los espacios y que permiten el flujo de oxígeno, brindando un toque extra de belleza a los colegios.
Y no solo eso, sino que, además, tal y como aprendí con el cole de mi peque (en el que se ocupan de su pequeño huerto) el contacto con la naturaleza invita a los estudiantes a tomar conciencia y responsabilizarse de otros seres vivos.
No debemos olvidarnos del color y su gran poder en el contexto escolar. Los tonos pasteles o crema, evitan la frialdad a la que nos tienen acostumbradas las aulas tradicionales.
La calidez de los espacios le sienta de maravilla a los salones de clase. Diversos estudios afirman que los colores intervienen en las emociones de las personas y favorecen al proceso de enseñanza-aprendizaje.
¿Mi consejo para no equivocarte eligiendo el tono adecuado? Sintetizar lo que quieres transmitir a tus estudiantes y las emociones que quieres generar en cada aula.
4. El sonido
Pocas veces damos importancia suficiente a la acústica y esta puede ser una gran aliada en la educación. Los sonidos de la naturaleza y de ciertas melodías pueden sernos de gran ayuda para relajar, desbloquear al alumno, elevar su estado anímico, motivarlo y aumentar sus ganas de seguir aprendiendo.
Los sonidos pueden incluso pacificar ambientes, armonizarlos y mejorar las relaciones entre compañeros de trabajo.
5. El aroma
El Feng Shui nos enseña que los aromas son una parte importante del ambiente en cualquier espacio. En los colegios privados, pueden servirnos para crear un ambiente acogedor y estimulante para los estudiantes, tranquilizar sus mentes y mejorar su comportamiento.
Los olores relajantes como ciertos aceites esenciales, ya sea en difusor o en varitas, pueden apaciguar tanto un espacio como sosegara las personas que lo habitan.
Algunos de ellos son: lavanda, jazmín, sándalo, bergamota y manzanilla.
Pero si buscas el efecto contrario, también existen aromas que activan y nos vuelven más enérgicos y enfocados, lo que a su vez puede mejorar la productividad y el rendimiento académico.
Algunos de ellos son: canela, menta, limón, naranja, café, maderas, eucalipto y romero.
Como ves, el Feng Shui nos permite crear espacios educativos más armónicos, amables y placenteros, con un gran potencial que puede traer beneficios ilimitados para estudiantes, profesores, familias y directivos.
¿Te gustaría conocer más sobre cómo el Feng Shui puede ayudarte a armonizar y potencializar tu centro educativo? No dudes en contactarme al correo electrónico info@naturashuii.com o visita mi sitio web Naturafengshui, encontrarás el enlace aquí abajo.