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Foto del escritorAarón Rosette

La manipulación de datos en colegios: cómo evitarla

Actualizado: 21 ene

¿Cómo identificar y contraatacar la manipulación de datos en colegios? Así puedes evitar caer en la tentación de manipular datos de tu centro.


Una mano maneja los hilos de una gráfico de líneas color rojo

En el complejo entorno educativo actual, la interpretación y manejo de datos juegan un papel crucial. Sin embargo, el deseo de algunos directivos por obtener buenos resultados, puede llevarles a la manipulación de datos.


¿Qué es la manipulación de datos?


Significa seleccionar, omitir o alterar información para favorecer una narrativa particular. Esto puede ir desde enfocarse solo en los aspectos positivos, dejando de lado los fracasos, hasta omitir datos que cuestionen la eficacia de la gestión institucional.


3 técnicas comunes de manipulación de datos en colegios


Cherry picking


Consiste en escoger datos que apoyen una opinión positiva de la institución, ignorando todos los contrarios. Por ejemplo, encuestar únicamente a las familias que sabemos satisfechas con nuestro servicio educativo.


Otro ejemplo sería aplicar pruebas de aprovechamiento solamente a nuestros estudiantes destacados. 


La finalidad del cherry picking es distorsionar la realidad evitando que esta se vea de manera completa, lo cual no refleja la experiencia completa y variada de todos sus estudiantes.


Sesgo de exclusión


Se produce cuando se ignoran datos cruciales, como no contar a los estudiantes que abandonan un programa en las estadísticas de éxito del mismo. Esto puede crear una percepción falsa de efectividad.


El sesgo de exclusión nos hace ignorar las necesidades de grupos específicos de estudiantes, especialmente aquellos que podrían estar bajo rendimiento o enfrentando dificultades únicas.


Al utilizarlo, se debilita la calidad del análisis de datos, limitando la capacidad de obtener insights profundos y significativos que puedan ayudarnos a mejorar al centro educativo.


Hombre con traje azul y gesto malévolo
Manipular datos limita nuestra capacidad de obtener insights valiosos

Eliminación del contexto


Consiste en presentar información aislada de su entorno o circunstancias originales. Por ejemplo, comparar los resultados actuales de pruebas estandarizadas con años anteriores en los que se sabe que el rendimiento fue particularmente bajo, suscitando una impresión de progreso que quizás no sea tan relevante.


Al eliminar el contexto, tratamos de adjudicarnos falsos logros, es decir, inventamos éxitos en donde no los hay.


La eliminación del contexto también puede usarse para disfrazar fracasos. Veamos el siguiente ejemplo: 


Un colegio ha implementado un nuevo programa para mejorar las calificaciones en matemáticas de los estudiantes. Al final del año, el colegio realiza una evaluación para medir el impacto de este programa. El programa no dio los resultados esperados, pero al presentar la información, deliberadamente no se menciona nada acerca de:


  • El nivel inicial de habilidades en matemáticas de los estudiantes al comenzar el programa.

  • La falta de recursos o formación adecuada para los profesores como parte del programa. 

  • Otros factores que podrían haber influido en el rendimiento, como problemas económicos o la falta de recursos educativos.


¿Cómo afecta a los colegios la manipulación de datos?


La manipulación de datos nos impide tomar decisiones basadas en hechos reales o completos, lo que lleva a desaprovechar la utilización de los recursos que de otra manera podrían ayudarnos a mejorar el servicio que brindamos a estudiantes y familias.


La manipulación de datos en educación no es un juego de simples números; es un acto que resuena en las vidas de estudiantes, padres y maestros, afectando el tejido mismo de la comunidad educativa.


Imaginemos un colegio donde las cifras de éxito académico son infladas artificialmente. A corto plazo, todo parece color de rosa: estadísticas brillantes, informes de progreso impresionantes, y padres orgullosos de los logros de sus hijos.


Pero, ¿qué pasa cuando los estudiantes se enfrentan a la vida real? Aquí es donde las cosas empiezan a desmoronarse. Los estudiantes, que han sido elogiados por sus “logros”, pueden encontrarse desarmados y desmotivados frente a las dificultades laborales.


Este choque con la realidad no solo mina su confianza, sino que también les roba la oportunidad de aprender de manera genuina y de enfrentar retos que realmente estimulen su crecimiento intelectual y personal. Se crea así un círculo vicioso de desempeño deficiente, inseguridad y manipulación de información.


La reputación de una institución educativa también está en juego. En una era donde la información se comparte rápidamente en redes sociales, la verdad eventualmente sale a la luz.


Si se descubre que una escuela ha manipulado sus datos, la confianza de los padres y de la comunidad puede desmoronarse. Esta pérdida de confianza no es solo un golpe a la imagen de la escuela, sino un daño a la fe en el sistema educativo en general.


Una mujer mueve hilos de titiritero
Manipular datos reduce la confianza de las familias

¿Cómo identificar y combatir la manipulación de datos en colegios?


Educación y capacitación


Es vital educar al personal docente y administrativo en el manejo y análisis crítico de datos. Cursos y talleres sobre interpretación de datos y estadísticas pueden ser herramientas valiosas.


Transparencia y revisión de datos


Fomentar una cultura de transparencia y chequeo constante de datos dentro de la institución es clave para prevenir manipulaciones. Si la información está restringida a una cuantas manos, el riesgo de manipulación es muchísimo mayor.


Se deben crear mecanismos para transparentar el registro y el análisis de los datos en cada una de sus etapas. Eso sí, respetando y cumpliendo con las normas de protección y privacidad vigentes.


Consejos finales


Manipular datos no solo es una especie de autoengaño, también ocasiona la pérdida de oportunidades críticas para mejorar a la institución educativa.


Al tergiversar la información, los directivos y educadores desperdician recursos importantes que podrían ser utilizados en implementar cambios significativos.


Además, es fundamental reconocer que, aunque se puedan alterar los números en los informes, no se puede cambiar la realidad vivida día a día por los alumnos y sus familias. Los últimos son diariamente testigos del impacto de nuestras acciones y decisiones.


Mantener la integridad en el análisis de datos no solo es una cuestión de ética profesional, sino también un paso esencial para lograr una verdadera excelencia educativa.



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