Técnicas para que tu profesorado mejore la atención de sus alumnos.
La pandemia de COVID-19 ha puesto de cabeza al sector educativo. Las instituciones necesitan reinventarse y atreverse a ampliar su oferta de productos educativos y sus modelos pedagógicos.
La realidad se ha transformado radicalmente y la educación no ha sabido adaptarse a ella, lo que está generando profundas insatisfacciones de alumnos y maestros.
Clases aburridas, falta de atención, pérdida de interés, menor compromiso y disminución del aprovechamiento, son hoy el mayor desafío para muchos colegios.
Las clases en línea han terminado de derrumbar el viejo modelo pedagógico en el cual el maestro pronunciaba largos monólogos frente a los alumnos.
Hoy más que nunca, los docentes necesitan competencias tecnológicas, saber crear contenidos multimedia, tener habilidades comunicativas, saber hablar frente a una cámara y manejar correctamente la voz. Todas estas cualidades son indispensables para lograr clases en línea atractivas y exitosas.
Crear un comité para evaluar las clases en línea
Todo colegio que desee triunfar en la “nueva normalidad”, debería crear un comité de innovación educativa, compuesto por alumnos, padres y profesores.
Su tarea será mejorar las clases a través del diseño de experiencias digitales inolvidables que nos distingan de la competencia.
Los departamentos de Mercadotecnia Educativa no deben trabajar de forma aislada. Lo ideal es escuchar a nuestros alumnos, padres de familia y maestros para crear un comité de asesores que nos ayude a encontrar ideas para mejorar las clases.
Los miembros de este comité deben ser elegidos siguiendo dos premisas: que tengan una opinión positiva del colegio, y que haya una diversidad de perfiles profesionales.
¿Cómo incrementar el interés de los alumnos?
Adaptar planes de estudio para el mundo digital
El programa de estudios es el plan estratégico del colegio para alcanzar sus objetivos pedagógicos.
Ante las nuevas condiciones de clases en línea, es urgente realizar un rediseño de las mismas, pensando en cuáles son las habilidades y conocimientos que buscamos fomentar en nuestros alumnos, pero adaptándonos a una realidad no presencial.
El mayor error que están cometiendo la mayoría de los colegios es trasladar al mundo digital programas que fueron concebidos para la presencialidad.
En vez de crear nuevas formas de comunicarnos con los alumnos, simplemente hemos trasladado nuestras clases presenciales a la virtualidad.
Optar por clases en línea de menor duración
Los colegios no deberían impartir clases de más de una hora, es inoperable en el mundo digital. Una clase en línea no debe exceder los 40 minutos de duración.
En caso de requerir clases más largas, es necesario otorgar descansos y permitir que los estudiantes realicen actividades que brinden dinamismo y variedad a cada sesión.
Lograr que un alumno, que está en su casa rodeado de distractores, preste atención durante 2 horas es un acto de extrema ingenuidad.
Aunque se les obligues a tener encendidas sus cámaras, es casi un hecho que acabarán abriendo ventanas en sus computadoras para distraerse en redes sociales o WhatsApp.
En las clases en línea, “menos es más”. Así que es mejor que tus profesores armen clases en bloques de 30 o 40 minutos como máximo. Y donde cada bloque sea completamente distinto al anterior.
Motivar la participación de todo el alumnado
Es importante que todos los alumnos hablen y participen, y que no sea únicamente la voz del profesor la que se escuche durante la videoconferencia.
Para que las lecciones sean más efectivas y los alumnos aprendan mejor, debemos pensar en el concepto de utilidad. Los temas deben aterrizarse a lo cotidiano para que el alumno valore la importancia de la información.
Es aconsejable evitar a toda costa las clases expositivas. Es mucho mejor si tus maestros envían los contenidos días antes de la sesión y aprovechan el tiempo de videoconferencia para realizar dinámicas de análisis y discusión grupal.
Los colegios realmente innovadores están buscando estrategias para hacer más entretenidas sus clases en línea.
Quien lo logre, podrá diferenciarse y destacar de entre la competencia, obteniendo alumnos más felices.
“Aprender es realizar nuevas conexiones neuronales” (Jensen, 2004).
Un colegio que innova es un colegio que prueba cosas nuevas.
Las clases en línea son una gran oportunidad para materializar ideas que difícilmente podrían ocurrir en la presencialidad. Solo necesitamos atrevernos a pensar fuera de la caja y descubriremos un sinfín de posibilidades.
Saca provecho de la tecnología y utiliza contenidos multimedia. El internet es uno de los mejores inventos de la humanidad.
Solo debes perder el miedo a probar ideas nuevas, no importa que tan disparatadas parezcan en un principio.
En conclusión:
Los colegios tienen una oportunidad única para transformarse, realizando investigaciones y estudios propios que les ayuden a crear una nueva metodología de aprendizaje en línea innovador y sobre todo divertido. Los colegios que se rehúsen a adaptarse a esta nueva realidad difícilmente podrán sobrevivir.
Referencias
Llorente, Carlos (2019) Marketing Educativo. Captación y fidelización de alumnos. ESIC Editorial.
Comments