Cómo utilizar la matriz de importancia-satisfacción en colegios
- Aarón Rosette
- hace 1 día
- 3 Min. de lectura
Puntos clave:
Muchos colegios mejoran aspectos que no son relevantes para las familias, simplemente porque desconocen lo qué sí importa.
La matriz importancia–satisfacción te permite priorizar mejoras y dejar de invertir recursos en acciones que no generan impacto real.
Aplicarla no requiere ser experto en estadística: basta con una encuesta clara y segmentada para las familias.
Esta herramienta no solo mejora la gestión escolar, también potencia el marketing al mostrar con claridad tus fortalezas más apreciadas.

Muchos colegios invierten tiempo, esfuerzo y dinero en mejorar aspectos de su oferta educativa, sin tener claro si eso es lo que realmente valoran las familias.
Ahí es donde entra una herramienta poco conocida pero muy poderosa: la matriz importancia–satisfacción (también conocida como matriz de lado a lado).
Si nunca la has usado, no te preocupes. No se trata de algo técnico ni reservado para expertos en estadística.
Es, en realidad, una forma muy clara y lógica de escuchar a tu comunidad educativa y tomar mejores decisiones a partir de lo que te dicen.
¿Qué es la matriz importancia-satisfacción?
Imagina que les preguntas a las familias de tu colegio dos cosas sobre varios aspectos de tu servicio:
¿Qué tan importante consideran ese aspecto?
¿Qué tan satisfechas están con él?
Puede ser la calidad de los docentes, la seguridad del campus, la comunicación con el colegio, el nivel académico, las actividades extracurriculares, etc.
Una vez que tienes ambas respuestas, las cruzas en una gráfica con dos ejes:
De izquierda a derecha: qué tan satisfechas están las familias.
De abajo hacia arriba: qué tan importante es ese tema para ellas.
Y ahí surge la magia.
¿Para qué sirve a matriz importancia-satisfacción en colegios?
Para que dejes de adivinar qué mejorar en tu colegio. Porque una cosa es lo que tú crees que importa, y otra muy distinta lo que en realidad valoran las familias.
Esta matriz te muestra con toda claridad qué es urgente, qué estás haciendo bien, qué podrías dejar de hacer y qué simplemente no es prioritario. Te permite enfocar tu energía y tus recursos con inteligencia.

Los cuatro cuadrantes: tu hoja de ruta
La matriz se divide en cuatro zonas, y cada una tiene una lectura clara:
Alta importancia, baja satisfacción: urgente
Aquí están los focos rojos. Las familias consideran que algo es clave, pero no están satisfechas. Ejemplo clásico: la seguridad escolar. Si sale mal evaluada y es muy valorada, hay que actuar ya.
Alta importancia, alta satisfacción: mantener
Son tus fortalezas. Las familias valoran mucho ese aspecto y sienten que lo haces muy bien. Puede ser el nivel académico, la atención personalizada o el enfoque en valores. Cuídalo, no lo descuides.
Baja importancia, alta satisfacción: reducir esfuerzos
Son cosas que haces bien, pero que no mueven la aguja en la percepción de valor. Tal vez tengas el mural más bonito del pasillo, pero a nadie le importa. Ese esfuerzo y tiempo podrían usarse mejor en otro lado.
Baja importancia, baja satisfacción: no prioritario
Aquí están los aspectos que no son valorados ni bien evaluados. No hace falta correr a mejorarlos, salvo que haya un riesgo institucional. Por ejemplo, un taller poco concurrido que no aporta al proyecto educativo.
¿Qué necesitas para aplicar la matriz importancia-satisfacción en tu colegio?
Solo una encuesta sencilla. Por cada atributo del colegio, pides que evalúen:
Qué tan importante es para ellos (escala del 1 al 5).
Qué tan satisfechos están actualmente (también del 1 al 5).
Con eso, ya puedes graficar los resultados y visualizar la matriz. Y si además segmentas las respuestas (por etapa escolar, tipo de familia, antigüedad en el colegio, etc.), puedes afinar aún más tus decisiones.
¿Por qué es tan útil en el sector educativo?
Porque muchas veces el equipo directivo se enfoca en “hacer demasiadas cosas” para mejorar, sin saber cuáles son realmente estratégicas y cuáles no.
Esta matriz te ayuda a priorizar mejoras, a fortalecer lo que ya funciona y a comunicar con claridad lo que la comunidad sí valora.
Es una herramienta que no solo orienta la gestión interna, sino que también puede usarse en marketing: si sabes qué aspectos son importantes y están bien evaluados, ahí tienes tu mejor argumento de valor.
No olvides que en Mkt Edu somos especialistas en medir la satisfacción en instituciones educativas. Si necesitas aplicar una matriz importancia-satisfacción, no dudes en contactarnos.
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