La importancia de medir el posicionamiento de un colegio
- Aarón Rosette
- 1 jun
- 6 Min. de lectura
Esto es lo que aprenderás
Por qué lo que piensan de tu colegio fuera del aula importa más de lo que imaginas.
Cómo detectar si tu comunidad valora, ignora o desconfía de tu institución educativa.
Qué indicadores clave debes medir para conocer tu imagen pública (con ejemplos claros).
Qué errores evitar al diseñar encuestas, muestras y entrevistas en un estudio de posicionamiento.
Cómo usar la metodología mixta para obtener datos accionables y mejorar tu reputación escolar.

Una madre quiere un colegio para su hijo y, antes siquiera de contactar alguno, pregunta en un grupo de WhatsApp de vecinos o en algún grupo de Facebook local: “¿Qué colegio me recomiendan para mi hijo de 6 años?”.
En cuestión de minutos, esa madre recibe una lluvia de opiniones, muchas veces contradictorias, basadas en experiencias directas o indirectas, rumores o simples impresiones superficiales.
¿Te has preguntado alguna vez qué piensan los demás sobre tu institución? ¿Hablan bien o mal de tu servicio educativo?
Lo que la comunidad opina de tu colegio impacta en tu captación
Aunque como colegio te esfuerces en proyectar una imagen sólida y coherente desde tu comunicación oficial, la realidad es que el posicionamiento institucional se forma más allá de tus paredes y de tus redes sociales oficiales.
Todas esas ideas y opiniones están influyendo de manera directa en la elección o rechazo de tu institución educativa.
Por ello, es esencial entender qué está pasando allá afuera, cómo se está construyendo tu imagen, y sobre todo, cómo gestionarla estratégicamente.
¿Qué es exactamente el posicionamiento escolar?
El posicionamiento escolar es, sencillamente, la imagen mental que las personas construyen sobre tu colegio cuando piensan en opciones educativas.
Pero aquí viene lo interesante: esta imagen no se basa exclusivamente en lo que tú dices que eres o en lo que publicas en tus redes.
En realidad, se forma principalmente a partir de lo que otros creen que eres, basándose en experiencias propias, testimonios cercanos o comentarios lejanos que han escuchado.
Esta percepción es un entramado complejo de ideas, emociones y juicios colectivos que definen el prestigio y la relevancia social de una institución.
En otras palabras, tu posicionamiento no es algo que puedas imponer o controlar directamente, sino una percepción que debes entender para luego influir en ella mediante acciones estratégicas concretas.
Al medir tu posicionamiento escolar, podrás descubrir qué aspectos son más valorados, qué elementos generan dudas o desconfianza, y qué factores determinan finalmente la decisión de una familia.
Solo así podrás gestionar y comunicar con inteligencia esa imagen externa que, sin duda, impacta directamente en el éxito y la sostenibilidad de tu colegio.
La comunicación de un colegio no se limita a lo que publica
Para entender profundamente el posicionamiento, recurrimos al modelo propuesto por Kavaratzis, que explica la comunicación institucional mediante tres niveles.
Comunicación primaria
Representa la experiencia vivida directamente por estudiantes, padres y empleados. Es el día a día, la interacción real con el colegio.
Comunicación secundaria
Corresponde a la comunicación oficial del colegio (publicidad, sitio web, redes sociales, folletos informativos).
Comunicación terciaria
Surge cuando lo que vives y lo que dices no coinciden, generando un juicio crítico en la comunidad.
Por ejemplo, imagina un colegio que se promociona con valores inclusivos, pero en la práctica algunas familias sufren discriminación o exclusión. La contradicción entre lo vivido y lo comunicado genera una crisis de credibilidad difícil de revertir.
¿Por qué medir el posicionamiento si ya tengo encuestas de satisfacción?
Muchos colegios piensan que con sus encuestas internas tienen cubierta la medición del posicionamiento. Sin embargo, la percepción de familias que ya eligieron tu colegio solo muestra una parte del panorama.
El posicionamiento real involucra también lo que piensan aquellos que nunca han sido parte de tu comunidad educativa; quienes no te conocen bien, quienes consideraron tu colegio, pero lo descartaron o quienes simplemente escucharon opiniones sobre ti.
El verdadero reto está en captar esas opiniones externas, porque aunque no sean clientes actuales, influyen en la reputación general del colegio. Recuerda: el “boca en boca” circula mucho más rápido y a menudo es más influyente y poderoso que la publicidad formal.
Seis aspectos clave que debe medir un buen estudio de posicionamiento
Para hacer una medición efectiva, asegúrate de abordar estos seis aspectos clave:
Recordación: ¿Cuántas veces mencionan espontáneamente tu colegio cuando hablan de educación?
Prominencia: ¿Te conocen realmente y saben lo que ofreces?
Opinión: ¿Te ven mejor o peor respecto a otros colegios?
Imaginería: ¿Qué conceptos o ideas se asocian inmediatamente con tu colegio?
Valor percibido: ¿Consideran justa la relación entre calidad educativa y costos?
Diferenciación: ¿Qué características percibidas hacen único a tu colegio respecto a otras opciones educativas?
Cada una de estas dimensiones proporciona información esencial para decidir estratégicamente qué ajustes hacer en comunicación, gestión o experiencia educativa, y cómo fortalecer tu posicionamiento externo.
Para cada aspecto hay que elaborar preguntas enfocadas a medirlos y evaluar su impacto en la percepción general.

Errores comunes a evitar en estudios de posicionamiento
Falta de claridad en el enfoque inicial
No definir bien qué se quiere medir. Un objetivo vago o demasiado amplio deriva en encuestas mal enfocadas y datos poco útiles. Evita “investigar todo”; enfócate en las dimensiones clave del posicionamiento. Asegúrate de que cada pregunta del estudio esté vinculada a un objetivo definido.
Sesgo en la muestra
Descuidar el diseño muestral es un error crítico. Si solo encuestas, por ejemplo, a gente cercana a la escuela (padres actuales, alumnos), los resultados no reflejarán a la “comunidad en general”.
Procura que la muestra cuantitativa sea lo más representativa posible en términos demográficos y de relación con la institución (Tesis y Másters, s.f.).
En lo cualitativo, entrevistar solo voces favorables, o solamente a críticos, hará que los resultados estén sesgados. Tenemos que garantizar una visión equilibrada.
Instrumentos mal diseñados
En encuestas, preguntas confusas o tendenciosas llevarán a resultados inválidos. Revisa lenguaje, evita tecnicismos y doble sentido. Igualmente, un cuestionario demasiado largo desmotivará respuestas (baja tasa de respuesta).
En entrevistas o grupos focales, una guía pobre o entrevistadores sin entrenamiento pueden influir a los participantes o pasar por alto preguntas importantes.
No combinar adecuadamente los métodos
A veces, se comete el error de hacer las fases cuantitativa y cualitativa por separado y no integrar resultados. El valor de la metodología mixta está en la triangulación (Ortega, s.f.).
No ignores una fuente de datos porque “no encaja” con la otra; analiza por qué difieren. Tampoco sobrevalores solo el aspecto cuantitativo porque tiene números: las opiniones cualitativas dan contexto crucial.
Recolección de datos descuidada
Permitir sesgos durante la recolección arruina la investigación.
En encuestas, que los encuestadores “guíen” las respuestas con su entonación o lenguaje corporal.
En grupos focales, que el moderador no controle las interacciones y permita que un participante dominante intimide al resto. O invitar a participantes poco adecuados (ej. meter en un mismo focus group a un docente de la institución junto con padres, lo cual cohibirá a estos últimos de opinar sinceramente).
¿Cuánto cuesta medir el posicionamiento de un colegio?
El costo de un estudio de posicionamiento depende de diversos factores como:
Tamaño de la muestra: a mayor tamaño, mayor precisión, pero también mayor inversión.
Segmento objetivo: si deseas analizar públicos muy amplios o variados, los costos podrían incrementarse.
Profundidad del análisis: investigaciones que evalúan percepciones más complejas (como valor percibido de precios o aspectos emocionales profundos) requieren metodologías más detalladas.
Es fundamental entender que esto no es un gasto, sino una inversión. Conocer y gestionar activamente tu posicionamiento puede mejorar significativamente los ingresos y contribuir a la sostenibilidad en el largo plazo.
¿Y si los resultados no me favorecen?
Es normal sentir preocupación ante la posibilidad de resultados negativos. Sin embargo, debes verlo como una valiosa oportunidad. Identificar puntos débiles es el primer paso hacia la mejora continua.
La medición del posicionamiento te ofrece datos concretos para hacer ajustes puntuales en la gestión institucional, en la comunicación o en la estrategia educativa. Recuerda que lo medible es siempre mejorable.
El posicionamiento no es ajeno a la gestión escolar
Tu posicionamiento escolar refleja directamente la calidad de tu gestión educativa. No se trata de controlar lo que se dice, sino de cuidar auténticamente la experiencia que brindas.
La reputación no se impone; se construye día a día con cada interacción, cada decisión y cada compromiso real con tu comunidad educativa.
Referencias
Ortega, C. (s.f.). Investigación mixta. Qué es y tipos que existen. QuestionPro. Recuperado de https://www.questionpro.com/blog/es/investigacion-mixta/
Tesis y Másters. (s.f.). ¿Qué es una investigación de mercado y cómo hacerla? Recuperado de https://tesismasters.es/investigacion-de-mercado/
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