Aarón Rosette
Publicidad engañosa en los centros educativos
Actualizado: 10 mar
Mentir en la publicidad daña la imagen de colegios y puede tener consecuencias.

La publicidad engañosa en colegios consiste en ofrecer características o ventajas del servicio educativo que en realidad no existen, todo con la finalidad de convencer al padre de familia o al alumno para que se inscriba en la institución.
Los colegios privados compiten entre ellos por atraer el mayor número de estudiantes y así poder incrementar su facturación. Para ello han creado departamentos de mercadotecnia encargados de captar interesados a través de campañas publicitarias.
Para atraer un mayor número de posibles clientes, construyen mensajes casi siempre relacionados con el éxito profesional, personal y económico a través de alcanzar un status social gracias a un título respaldado por la institución.
Estos mensajes siempre muestran la mejor cara del colegio y a menudo construyen imágenes aspiracionales con patrones de belleza que no siempre corresponden a la realidad.
Ejemplos de publicidad engañosa en colegios
Decir que contamos con instalaciones y servicios inexistentes.
Garantizar calidad académica y no capacitar a nuestros docentes.
Ofrecer talleres o actividades que no realizaremos.
Asegurar que habrá intercambios al extranjero cuando se sabe de antemano que eso no ocurrirá.
Esconder costos excesivos por titulación o no mencionar pagos extras por algún tipo de derecho.
La publicidad falsa es considerada un delito en la mayoría de los países, y realizar estas prácticas puede acarrear sanciones económicas, además de daños irreparables en el prestigio de la institución.
Este tipo de engaños no solo ocurre en la publicidad, también puede darse en el proceso de atención del interesado, por lo que deberemos atenernos a esta regla de oro: "jamás prometas nada que no sabes si podrás cumplir".
